top of page

Uso de Stents en el Tratamiento de Enfermedades Arteriales Periféricas


El uso de stents en el tratamiento de enfermedades arteriales periféricas (EAP) es una técnica común y efectiva para restaurar el flujo sanguíneo en arterias estrechadas o bloqueadas.


Los stents son pequeños tubos de malla metálica que se expanden dentro de la arteria afectada para mantenerla abierta, mejorando la circulación y aliviando los síntomas de la EAP, como el dolor y la claudicación intermitente.


¿Qué tipos de stents se utilizan?

Existen varios tipos de stents que se utilizan en el tratamiento de las enfermedades arteriales periféricas, incluyendo:

  • Stents metálicos: Los más comunes, fabricados en malla metálica que se expande para mantener la arteria abierta.

  • Stents liberadores de fármacos: Recubiertos con medicamentos que ayudan a prevenir la reestenosis, es decir, el re-estrechamiento de la arteria.

  • Stents biodegradables: Diseñados para disolverse después de un tiempo, dejando la arteria abierta sin el soporte permanente del stent.


¿Qué tan común es el uso de stents en EAP?

El uso de stents en el tratamiento de enfermedades arteriales periféricas es una práctica común, especialmente en pacientes con obstrucciones significativas que no responden a terapias más conservadoras. La colocación de stents es un procedimiento menos invasivo que la cirugía abierta, lo que lo convierte en una opción atractiva para muchos pacientes.


¿Cómo funciona el procedimiento?

El procedimiento para colocar un stent en una arteria periférica se realiza generalmente bajo anestesia local y se conoce como angioplastia con stent. El proceso incluye los siguientes pasos:

  1. Acceso vascular: Se inserta un catéter en una arteria, generalmente en la pierna o el brazo.

  2. Navegación: Bajo guía fluoroscópica, el catéter se dirige hacia la arteria afectada.

  3. Angioplastia: Un balón en el extremo del catéter se infla para abrir la arteria.

  4. Colocación del stent: Una vez que la arteria está abierta, se despliega un stent en el sitio de la obstrucción para mantener el vaso sanguíneo abierto.

  5. Confirmación: Se realiza una angiografía para asegurar que el stent esté correctamente colocado y que el flujo sanguíneo esté restaurado.


Beneficios del uso de stents

El uso de stents en el tratamiento de la EAP ofrece varios beneficios:

  • Menos invasivo: En comparación con la cirugía abierta, la colocación de stents requiere incisiones mínimas y tiene un tiempo de recuperación más corto.

  • Alivio rápido de los síntomas: Los pacientes a menudo experimentan una mejora inmediata en la circulación y reducción del dolor.

  • Menor tiempo de hospitalización: La mayoría de los procedimientos se realizan de manera ambulatoria o con una corta estancia hospitalaria.

  • Eficacia duradera: Los stents, especialmente los liberadores de fármacos, tienen un buen perfil de durabilidad y pueden prevenir la reestenosis en la mayoría de los casos.


Complicaciones si no se trata adecuadamente

Aunque el uso de stents es generalmente seguro y efectivo, si no se realiza o maneja adecuadamente, pueden surgir complicaciones como:

  • Reestenosis: El re-estrechamiento de la arteria debido a la cicatrización dentro del stent.

  • Trombosis del stent: Formación de un coágulo dentro del stent, lo que puede bloquear el flujo sanguíneo.

  • Infección: Aunque es raro, puede ocurrir una infección en el sitio de inserción del catéter o alrededor del stent.

  • Migración del stent: Desplazamiento del stent de su posición original, lo que podría requerir intervención adicional.


¿Quién es candidato para este tratamiento?

El uso de stents es adecuado para pacientes con EAP que presentan:

  • Arterias significativamente estrechadas o bloqueadas: Especialmente en aquellos que no responden bien al tratamiento médico o a la modificación del estilo de vida.

  • Síntomas debilitantes: Como claudicación intermitente severa, que afecta la calidad de vida.

  • Alto riesgo quirúrgico: Pacientes para quienes la cirugía abierta presenta demasiados riesgos.


Recuperación

La recuperación después de la colocación de un stent es generalmente rápida. Los pacientes pueden retomar sus actividades normales dentro de unos días, con algunas restricciones en actividades físicas intensas. Se recomienda un seguimiento regular para monitorear la salud vascular y la funcionalidad del stent, junto con la terapia antiplaquetaria para prevenir la trombosis del stent.


¿Cómo se puede prevenir la reestenosis?

La prevención de la reestenosis después de la colocación de un stent incluye:

  • Terapia con medicamentos: Los medicamentos antiplaquetarios como la aspirina o el clopidogrel son esenciales para prevenir la formación de coágulos.

  • Estilo de vida saludable: Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el tabaco.

  • Control de factores de riesgo: Manejar adecuadamente la hipertensión, la diabetes y el colesterol elevado es crucial para la salud vascular.

Comments


bottom of page